Cuando oigo “Comercio Justo” siempre pienso que no tendría que existir, al menos no enunciado así, es decir, que todo el comercio tendría que ser justo, ¿no te parece?
Entonces, no tendría sentido hablar de comercio justo para diferenciarlo.
Al margen de esta pequeña reflexión idealista, el comercio justo tiene mucho que ofrecer, ¡no solo a los colectivos protagonistas de los programas!
El Comercio Justo se llama así porque se desarrolla poniendo especial atención en las personas, sus derechos y su desarrollo.
Puede favorecer también tu actividad, incluso si no es de las que se relacionan con éste directamente.
Por eso, en este post revisaremos algunas ideas en torno al comercio justo para definir sus beneficios y también cómo puede servir a tu negocio.
¿Qué es el comercio justo?
Es aquel que se basa en una relación comercial voluntaria y justa entre productores y consumidores.
Se centra en la satisfacción de ambas partes y en el desarrollo sostenible y sustentable.
El concepto se definió a finales de los 60 en EEUU y desde entonces, está en constante crecimiento.
Como podrás ver en la infografía al final del artículo, los ingresos del comercio justo han aumentado un 485% en los últimos 10 años ¡y sigue en pleno desarrollo!
En el momento actual las personas son (o mejor dicho, somos) el centro de la estrategia, lo que hace pensar que el comercio justo seguirá creciendo y evolucionando.
Los criterios del comercio justo sirven para asegurar que toda la actividad que se engloba dentro de este concepto respeta los derechos e intereses de ambas partes.
Así, el sello “Comercio Justo” garantiza el cumplimiento de criterios de responsabilidad, justicia y compromiso social.
¿Qué es el sello “Comercio Justo”?
La Organización Mundial de Comercio Justo se conoce como WFTO por sus siglas en inglés (World Fairtrade Organization).
Como explica su presidente Rudi Dalvai en este artículo, al principio los productos de comercio justo solamente estaban disponibles en tiendas específicas.
El aumento del interés por esta nueva fórmula hizo necesario empezar a ofrecer estos productos fuera de este nicho, en grandes superficies comerciales.
Por eso se creó un sello distintivo que permitiese identificar claramente los productos de comercio justo.
El sello que se creó como herramienta para crecer es ahora un potente elemento de marketing, ya que genera gran confianza en los consumidores.
Fairtrade Labelling Organizations International (FLO) es la organización que coordina la certificación de comercio justo y es también el sistema de certificación social más grande del mundo.
Trabajan con organizaciones independientes, criterios ISO y con gran rigor, tanto a la hora de emitir la certificación como en el seguimiento a través de auditorías periódicas.
Otras certificaciones que garantizan el comercio justo son ECOCERT Comercio Justo, FUNDEPPO (Fundación de Pequeños Productores Organizados), IMO-Fair for Life y Naturland.
Para que un producto se certifique con el sello de comercio justo, es necesario que se cumplan todos los valores éticos de este sistema.
Decálogo del comercio justo
Estos son los principios que se aplican:
- Crear oportunidades para que empresas familiares, asociaciones o cooperativas sean autosuficientes y consigan ingresos estables.
- Transparencia en la gestión y en las relaciones comerciales, facilitando que los trabajadores participen en las decisiones de empresa.
- Prácticas comerciales justas, entre ellas, establecimiento de compromisos, pago por adelantado, compromiso contra la competencia desleal…
- Pago de un precio justo, establecido de mutuo acuerdo y que pueda sostenerse en el mercado.
- Compromiso contra el trabajo infantil y el trabajo forzoso, para garantizar el bienestar de los niños y sus derechos.
- No discriminación e igualdad, no solamente referida a género, también raza, religión, procedencia, ideología política o motivos relacionados con la salud o discapacidad
- Garantizar unas buenas condiciones de trabajo, cumpliendo con la legislación vigente y concienciando sobre la importancia de la salud y la seguridad laboral.
- Facilitar el desarrollo de capacidades de los productores, en cuanto a gestión, negociación y acceso al mercado.
- Difundir el comercio justo e informar sobre sus actividades y finanzas, así como las de sus asociados. Se utilizan técnicas de marketing ético
- Respeto por el medioambiente, en uso de materias primas, técnicas de producción, control de residuos, uso de pesticidas sostenibles y materiales reciclados en embalajes, entre otras medidas.
Todos los puntos del decálogo son cosas muy importantes.
¿Tú también piensas que no debería existir comercio que no siguiese este decálogo?
¡Sigue leyendo!
Te explicaré como poner de tu parte para impulsarlo y podrás ver los beneficios en tu negocio mientras ayudas a otras personas.
El comercio justo, en línea con las exigencias del nuevo consumidor
El crecimiento del comercio justo va en línea con el auge del marketing ético, con un denominador común: las exigencias del nuevo consumidor.
En estos momentos, existe una fuerte tendencia a demandar ética y responsabilidad a las marcas.
Que tu marca se interese por el comercio justo y ayude a promoverlo te ayudará a cumplir con estas expectativas.
El nuevo consumidor tiene la posibilidad de premiar o castigar a una marca viendo su mensaje amplificado en internet.
¡Conecta con los valores de tu público para ser premiado!
Contemplar el comercio justo en tu estrategia de Responsabilidad Social Empresarial te ayudará a atraer la atención sobre tu marca en primer lugar y confianza, en segundo.
Ser socialmente responsable hoy en día es una buena herramienta de captación y fidelización de clientes.
Al incluir el comercio justo en tu organización mejorará la imagen que proyecta, lo que servirá a la marca para ganar influencia.
Será más atractiva para inversores, accionistas y trabajadores y mejorarán las relaciones con todos estos grupos.
Todos estos beneficios suponen, sin duda, un factor diferencial, mejorando la competitividad de la marca y su proyección a largo plazo.
¿Cómo puedo incluir el comercio justo en mi organización?
¿Te dedicas al comercio?
Puedes hacerte licenciatario de Fairtrade para ofrecer en tu establecimiento productos que provengan del comercio justo, aquí encontrarás información al respecto.
Pero aunque ese no sea tu caso, puedes buscar la forma de utilizar productos de comercio justo y eso independientemente del tamaño de tu empresa y de cuál sea su actividad.
Inclúyelo en tu plan de responsabilidad social empresarial en la medida en que las circunstancias de tu empresa lo permitan.
Por ejemplo, utilizando como proveedores tiendas que utilicen el sello de Comercio Justo.
Con el paso del tiempo y la evolución del comercio justo, se han ido diversificando los productos que se pueden encontrar bajo este sello y también sus canales de distribución.
El más frecuente es el café, pero también té, cacao, frutas frescas, frutos secos, azúcar, arroz, miel, zumos de frutas, quinoa, arroz y especias, en cuanto a alimentos.
También es posible encontrar cestas, ropa, algodón, artículos de decoración, bisutería, jabón y juguetes.
¡De todo!
No vamos a mencionar ninguna marca en concreto, pero si echas un vistazo al listado de empresas registradas en Fairtrade verás que hay mucho más que té y café.
Por ejemplo, hay una empresa de caramelos publicitarios, otra que fabrica fundas para portátiles, otra de productos de merchandising y regalos corporativos…
¡Sobran las ocasiones para consumir productos que procedan del comercio justo!
Y, aunque no siempre resulta sencillo encontrar una tienda de comercio justo a mano, el ecommerce facilita muchísimo las cosas.
Aquí tienes algunas ideas:
-
En todas las empresas se toma café y té. Utiliza un vending y una marca de café de esa lista.
-
Cuando tengas que hacer regalos (a socios, a clientes, como premio de sorteos o concursos…) busca igualmente productos con el sello de comercio justo. Artículos como el vino, el aceite o el chocolate se prestan mucho a esto.
-
Llena la cesta de Navidad corporativa con productos de comercio justo. ¡Tendrás una cesta diferente y con productos de calidad!
-
Organiza un desayuno Fairtrade, con lo que incentivarás desayunos sanos y menos artificiales y promoverás el comercio justo al mismo tiempo.
-
Conviértete en ciber-voluntario.
-
Celebra el Día Mundial del Comercio Justo el 13 de Mayo realizando alguna acción que ayude a promocionarlo.
¿Son caros los productos de Comercio Justo?
Algunos consumidores no compran estos productos por considerar que su precio es elevado.
¿Lo es en realidad?
¡No!
O solo relativamente.
Los productos de Comercio Justo tienen la máxima calidad.
La mayoría de los alimentos son ecológicos y sin transgénicos, es decir, son productos de calidad superior o "gourmet".
No existe una línea "low-cost" y para decir que son caros habría que comparar sus precios con los de otros productos de calidad similar.
Además, para poder ofrecer precios "low-cost" algunas empresas llevan a cabo prácticas abusivas, precisamente las que el Comercio Justo evita.
Por eso, ante un precio barato conviene preguntarse, ¿a costa de qué?
Siempre que sea posible, vale la pena hacer el esfuerzo de pagar un poco más por los productos de Comercio Justo y no solo por responsabilidad social, sino porque disfrutarás de una calidad superior y de productos más saludables.
Conclusión
Aunque en sus orígenes el comercio justo se ha basado en dar oportunidades a poblaciones que sufren la injusticia social, hoy en día sigue creciendo sobre todo debido al aumento de la preocupación de los consumidores por la sostenibilidad y la responsabilidad social.