En la era de la infoxicación hay que andarse con pies de plomo cuando ofrecemos contenido en nuestra web, y más cuando lo que pretendemos es ofrecer contenido de calidad.
Vídeos, posts, lead magnets, webinars, infografías, episodios de podcasts…
Hay muchas maneras de dar contenido a nuestra audiencia pero si caemos en el error de «crear por crear» acabaremos invirtiendo un porrón de horas y lo que obtendremos a cambio podría ser ínfimo o incluso nulo.
¿Y eso sería contenido de calidad?
Antes de pasar al listado de sugerencias y ejemplos vamos a aclarar algunos puntos sobre el contenido de calidad, empezando por el qué es.
¿Qué es el contenido de calidad?
Un contenido de calidad es mucho más que un contenido bien escrito, bien grabado o bien maquetado.
A priori, la pregunta parece tener una respuesta fácil y corta, pero nada más lejos de la realidad.
¿Quién tiene la verdad total de que algo está, en términos absolutos, suficientemente «bien» como para que sea considerado de calidad?
Hasta donde yo sé, nadie.
Imagina que escribes un post genial y se lo envías a algunos contactos.
- A tu vecina la del cuarto le encanta. ¡Bravo!
- A tu primo de Burgos le fascina. ¡Bien!
- A ese excompañero de curro le parece perfecto. ¡Más bravo!
- A tu pareja le parece de lo mejorcito. ¡Top!
Tu confianza crece y te vienes arriba porque a todo el mundo parece gustarle tu última creación; pero entonces entra tu cliente potencial en tu blog, lo lee y se va por donde ha venido sin intención alguna de volver a tu web.
Por muy bien que haya estado escrito, planteado o maquetado, si no gusta a quien tiene que gustar yo no lo consideraría de calidad jamás de los jamases.
Es evidente que no podemos gustar a todo el mundo y que el cliente potencial no es estrictamente real, pero si empieza no gustando a aquella persona que nos hace ganar dinero o crecer, mal asunto.
La calidad de un contenido no está en el cómo, sino principalmente en los efectos que provoca.
¿Dónde podemos ofrecer contenido de calidad?
Partiendo de la base de que un contenido de calidad se considera como tal en parte por el (buen) efecto que provoca en tu audiencia objetivo, los canales para ofrecerlo son de lo más variados.
Cuando hablamos de contenido nos viene automáticamente a la mente el blog.
Si quieres ver los contenidos que ofrece SEMrush por ejemplo, sólo tienes que hacer clic aquí.
Con tanto «el contenido es el rey» hemos acomodado en la cabeza la idea de que contenido = blog, pero anda y que no hay formatos y formatos hoy en día.
Yo, por ejemplo, soy un consumidor nato de contenidos escritos en blogs porque prefiero leer escuchando a Chet Baker que consumir contenidos en audio o vídeo a los que tenga que dedicar más sentidos.
Es un ejemplo totalmente personal.
Como yo hay tropecientos usuarios y también los hay distintos a mí que prefieren invertir su tiempo en el formato vídeo y jamás invertirían 8 minutos en leerse un señor post por muy completo que este sea.
Los gustos de todos son respetables, pero ese no es el tema que nos ocupa.
Estamos hablando de dónde ofrecer contenido de calidad y a mí se me ocurre esto entre otras opciones:
- En un blog escrito.
- En un podcast.
- En un podcast transcrito en un post.
- En un vídeo.
- En un vídeo transcrito en un post.
- En una publicación en redes sociales.
- En un artículo de LinkedIn.
- En una masterclass grabada.
- En un ebook descargable.
- En un webinar en directo.
- En una newsletter.
- …
Todos los canales de comunicación que utilices para hablar con tu audiencia pueden ser buenos candidatos para transmitir contenido de calidad.
Mis 8 sugerencias para crear contenido de calidad
Decía que un contenido de calidad lo podemos tomar como tal dependiendo del efecto que provoque, más que el cómo esté escrito, grabado o maquetado.
Voy a sumergirme un poquito más en esta idea y te voy a dar ocho sugerencias particulares para la próxima vez que vayas a generar contenido propio.
1.- Aporta algo a tu Buyer Persona
Es la idea principal en la que debes centrarte: el contenido de calidad debe aportarle algo a tu Buyer Persona.
¿Tu vecina la del cuarto es tu Buyer Persona?
¿Y tu primo de Burgos?
¿Y el excompañero de trabajo?
¿Y tu pareja?
Si la respuesta a las preguntas anteriores es que no, sácalos a todos de la ecuación y olvídate de ellos.
Piensa solo en aquellas personas que representan inequívocamente ese perfil de Buyer Persona que creaste en su momento.
Generas tu contenido para ellos, que son los que –presumiblemente– te ayudarán a pagar tus facturas.
Pues bien, cuando crees tu contenido mantén en la cabeza la idea de que sí o sí, debe aportar algo de valor a ese Buyer Persona y a tu cliente potencial.
Piensa en cómo llega a consumir ese contenido, en qué estado, sabiendo qué cosas, y luego piensa en la transformación que va a sufrir cuando lo consuma.
Si esa transformación no se va a dar, cambia de idea y piensa en otra cosa porque te estarás acercando peligrosamente al «crear por crear» que decía al principio.
2.- Alinea el contenido con los objetivos de tu negocio
A ver si de tanto pensar en el consumidor del contenido nos vamos a olvidar del efecto secundario.
Secundario, porque el efecto principal es esa transformación del receptor, que luego podría, por qué no, convertirse en nuestro cliente.
Y ese efecto, por muy secundario que sea, es el que marca la diferencia.
Es la razón de que invirtamos horas en preparar nuestros contenidos.
Si no tenemos un retorno a corto, medio o largo plazo, por mucho que nuestro contenido guste a nuestro Buyer Persona no será de calidad.
Que no se nos olvide: en Internet nadie regala nada.
Cuando veas algo «gratis», que lo hay, es que se persigue un objetivo aparentemente oculto pero existente: tu lead, tu número de teléfono, tu mera percepción de esa marca o tu visita a una landing para luego crujirte a remarketing.
3.- Aporta ejemplos
Para mí, si los dos puntos anteriores se cumplen ya podríamos estar diciendo que un contenido, sea del formato que sea, es de calidad.
Ahora entramos en una parte más subjetiva, que tiene más que ver con el qué, que con los efectos que provoca y ayuda a que se cumplan los dos primeros puntos.
Empezamos con los ejemplos.
No me digas que hay algo mejor que ver un contenido brutal y que al final esté complementado con ejemplos reales.
¡Boom!
A mí me encantan, creo que es la mejor forma de generar contenido que guste a mi audiencia, por lo que espero lo mismo en los contenidos que consumo.
4.- Aporta datos y estadísticas reales
Incluye datos de estudios con su link correspondiente para el que quiera verificar y así dale «peso» a tu contenido.
Un contenido que pone al consumidor en contexto con números o datos reales, sean absolutos o relativos, tiene muchas más papeletas para gustar que otro que se basa en meras suposiciones.
Yo, para predicar con el ejemplo, te voy a enlazar a un post de Emprendedores en el que dan información en español resumida de un estudio de Fractl sobre cinco tipos de contenido que funcionan en Internet.
5.- Aporta elementos audiovisuales personalizados
Con la llegada del vídeo a nuestras vidas hace un par de años confirmamos que lo audiovisual, en general, nos va.
Ya no contemplamos consumir contenidos escritos si no hay nada rompiendo la monotonía del texto, del mismo modo que nos cuesta mucho ver un vídeo con alguien hablando sin parar o escuchar un podcast con 50 minutos con la misma voz monótona.
No nos gusta aburrirnos, y si no nos estimulan nos aburrimos muy deprisa.
Para evitarlo, todos recurrimos a lo mismo: imágenes o vídeos en los blogs, presentaciones, emails o ebooks, efectos de sonido en las comunicaciones con audio, efectos visuales en los vídeos, etcétera.
Oye, que no es malo, ¿eh?
Pero si queremos asegurarnos de no causar mala impresión por falta de originalidad –léase entre líneas: «otro con la misma imagen; deben usar todos el mismo banco de fotos»–, toca innovar.
¿Cómo podemos innovar si no tenemos banco de datos propio?
¡Creatividad al poder!
Me encantaría ser diseñador para contestarte con más fundamento, pero yo soy de los que tira de banco de imágenes de pago y poco más.
El «mucho más» es coger las mismas imágenes o vídeos y meterles un meneo.
Cámbiales cosas, añade elementos para que luzcan diferentes y combina.
En definitiva, ponte el mono de artista y consigue, a partir de elementos y materiales que tiene todo el mundo, algo que solo tengas tú.
Mira, por ejemplo, cómo lo hacen en esta agencia de viajes:
Se han currado unas simpáticas chanclas dibujadas, han añadido dos detallitos gráficos y listo: ya marcan la diferencia en su sector.
6.- Aporta recursos relevantes
El contenido de calidad facilita, cuando es necesario, los recursos y herramientas necesarias para comprender/aplicar mejor lo que se está transmitiendo.
Por ejemplo: no tiene sentido alguno un post que hable abiertamente sobre las funcionalidades de SEMrush y que no enlace a la herramienta ni una sola vez.
Y tiene todo el sentido del mundo que un vídeo en el que se está compartiendo pantalla y se está explicando de forma gráfica cómo funciona ActiveCampaign por dentro incluya un enlace a un post que apoye por escrito la información dada en ese vídeo.
Cuanto más fácil se lo pongamos al consumidor del contenido, mejor.
7.- Facilita al consumidor profundizar en el tema
Por mucho que nuestro contenido sea de calidad no podemos presuponer que el usuario tendrá suficiente con él.
Tenemos que facilitarle el camino para que investigue más sobre el tema que le estés comunicando.
La mejor forma es hacerlo al final del contenido: si lo ha consumido entero es un firme candidato a seguir mirando, así que ahí no pueden faltar los enlaces o las referencias orales.
Los recursos relevantes de los que te he hablado también podrían englobarse en este apartado, así como las fuentes que hayas utilizado para inspirarte, en caso de que lo hayas hecho.
Además, es una forma fantástica de agradecer.
Mira cómo lo hacen en La Tira de Marketing:
8.- Haz que sea fácil de consumir
Termino las sugerencias con una obviedad antes de pasar a los ejemplos: el contenido de calidad suele ser fácil de consumir.
Digo suele porque claro, mientras cumpla los dos primeros puntos ya daría igual todo lo demás, pero si este punto no se da, entonces va a ser difícil.
Por muy interesante que sea tu contenido:
- ¿Quién se ve un vídeo de 10 minutos a una resolución tan mala que parece una peli de LEGO?
- ¿Quién escucha 15 minutos de podcast con un molesto ruidito de fondo? Y no hace falta tener un TOC para ello.
- ¿Quién se lee un post escrito con letras amarillas sobre un fondo verde?
Nadie, nadie y nadie.
Asegúrate de que tu contenido sea fácil de consumir, en todos los sentidos, no solo en los mencionados.
Por ejemplo, si es un documento escrito:
- Estructura bien la información, de forma que permita el escaneo rápido.
- Separa bien los párrafos, dejando el espacio suficiente.
- Da formato con negritas, cursivas y subrayadas cuando estimes oportuno.
- Alterna listas con párrafos.
- Incluye encabezados visualmente reconocibles.
- …
Haciendo todo esto, mejorarás la experiencia de tu Buyer Persona, que estará un poquito más cerca de sufrir la transformación que decíamos.
Y tú ayudarás a que termine aportándote eso que querías cuando empezaste a elaborar tu contenido.
5 ejemplos de contenido de calidad
Para saber si es contenido de calidad o no tendríamos que preguntar a su autor si le ha reportado lo que buscaba cuando lo creó.
Como esto no es posible, voy a enumerar una serie de ejemplos que creo que sí que cumplen con ese posible objetivo, así como con algunas de las sugerencias dadas.
1.- Post de Chuiso sobre creación de nichos
Corría el año 2014 y yo andaba curioseando con eso del SEO que no dejaba de ver por Internet.
Entonces llegué a un post de un tal Chuiso, que por aquél entonces no tenía idea de quién era.
En el post te explicaba paso a paso (literal) todo lo que tenías que hacer para montarte un nicho y monetizarlo con AdSense.
Algo mínimamente viable.
Dominio, Hosting, búsqueda de temática, investigación de palabras clave, theme, arquitectura web, redacción SEO, link building…
Recuerdo que el post era completísimo, y que buscaras la temática que buscaras ya había alguien que se había decantado por ella.
Ese post, que ya no encuentro (quizá quedó algo desactualizado y lo desindexó o redirigió a una versión más nueva), consiguió que me montara una página sobre no sé qué producto nutricional que ni conocía.
Y como yo, varios más.
Al final no llegué a monetizar el blog, pero:
- Le perdí un poco el miedo al mundo WordPress.
- Empecé a enterarme de cosas SEO que no te contaban en los cursos.
- Descubrí la marca Chuiso.
- Compré un dominio y un hosting, imagino que por afiliación (no lo sé, la verdad).
De ahí, lo más importante para Chuiso es que yo conociera su marca, porque posteriormente me podría haber metido en alguno de sus cursos de pago para aprender más con él.
No lo hice porque dejé de experimentar por mi cuenta, pero hoy en día sigo leyéndole/viéndole cada vez que publica algo.
Él, además de darse a conocer como marca, imagino que conseguiría unas pelas como afiliado de Hostgator y, además, links a mansalva porque los themes que nos bajábamos estaban manipulados y contaban en su footer con un link saliente do follow hacia su web.
¡Bravo!
2.- Los podcasts de Javi Pastor
Desde hace un tiempo, Javi Pastor publica en su web un podcast cada martes.
Son episodios cortitos, de menos de 20 minutos, en los que da píldoras de copy, conversiones y negocio.
Este episodio, por ejemplo, lo publicó el martes 12 de noviembre:
En él te habla de los tres cerebros, de cómo son cada uno y de qué tienes que hacer con el copy para evadir los filtros que nos ponemos de forma inconsciente.
Es un episodio ameno, rápido, con contenido de valor que aporta mucho a su audiencia (en este caso, las personas que se quieren formar como copywriters o los copys que quieren seguir creciendo).
Él consigue marca y leads «regalando» ese material.
3.- Vídeo informativo de PooPourri
En este ejemplo de hace unos años tenemos a PooPourri.
Se trata de un vídeo de promoción de uno de sus productos, que en dos minutitos te convence de que no es en absoluto aburrido, con humor y un toque diferente.
Sin duda, si ese vídeo llega a su Buyer Persona la empresa conseguirá que se quede con la marca, siendo muy factible que termine visitando la tienda para acabar convirtiéndose en lead o en cliente.
4.- Informe de tendencias en el viaje de Trekksoft
Trekksoft es una empresa B2B que aporta una solución tecnológica a negocios que organizan tours.
Su Buyer Persona, por tanto, es algún tipo de viajero y mira el informe que regalan en su web:
Es perfecto: es un informe sobre las tendencias turísticas de este año, utilísimo para las empresas de turismo que, a su vez, tienen en el producto que vende Trekksoft una solución.
Trekksoft, a su vez, «regala» este contenido a cambio del lead y la marca que hace aportando tanto valor.
5.- Guía general sobre marketing turístico
Voy a barrer para casa en este caso con el ejemplo definitivo.
A lo largo de 2019 he estado trabajando con once autores más en un contenido sobre marketing turístico que hemos publicado recientemente.
Hemos ofrecido el post directamente en la web y, de forma excepcional, como content upgrade maquetado por un diseñador gráfico.
¿Se trata de contenido de calidad?
Es una guía pensada para empresas turísticas.
Ellas, como empresas, si se la descargan obtienen un documento cuidadosamente maquetado que les puede servir de ayuda a la hora de conseguir más reservas.
Nosotros, como autores, hacemos un poco de marca y captamos leads a cambio de la descarga maquetada de la guía, con la esperanza de que en algún momento terminen convirtiéndose en clientes o fieles a nuestra marca.
Aporta ejemplos, estadísticas reales, elementos audiovisuales personalizados y recursos, y permite a la empresa seguir profundizando por su cuenta.
Que el documento resulte fácil de consumir o no, aún siendo bastante extenso, ya nos irá llegando con los feedbacks y pivotaremos lo que haga falta.
Conclusiones sobre el contenido de calidad
No cabe duda de que hay aspectos que no dejan de ser subjetivos, pero otros son irrebatibles: un contenido es de calidad cuando aporta en ambas direcciones.
Es decir, tanto el consumidor del contenido como el productor del mismo tienen que conseguir algo a corto, medio o largo plazo.
Lo demás que hemos visto ayuda a que eso se produzca.
Crear contenido de calidad no es complicado; simplemente hay que dedicarle, como todo en esta vida, un poquito de tiempo y atención.