¿Es el contenido digital ultra largo efectivo, necesario o imperativo? ¿Qué piensas?
¿Cuántas veces habrás oído decir que los humanos del Siglo XXI tenemos una capacidad de atención y retención mínima?
Que sólo somos capaces de consumir contenidos digitales a bocaditos pequeños...
Que cualquier contenido (escrito o visual) que supere los 8 segundos, está sentenciado a desaparecer para siempre en el oscuro y aterrador universo virtual...
Sin ir más lejos, el año pasado Microsoft publicaba un estudio que parecía confirmar que a causa de los Smartphones que todos llevamos pegados a nuestras manos, los humanos tenemos una capacidad media de atención de 8 segundos: 1 segundo menos que el proverbial Pez de Colores.
Y como a todos se nos ha dicho siempre que un lector con tales limitaciones requiere contenido digital mega corto, se ha producido una avalancha de artículos cortísimos, y normalmente muy superficiales (o, como digo yo, con poca “chicha”) para satisfacer a ese público que, en teoría, no es capaz de prestarnos más que 9 segundos de su tiempo.
Pero es que, además de eso, los “expertos” y “gurús” del contenido digital de todo el mundo, nos intentan convencer con su lógica y con la psicológía de que, corto es mejor.
Nos inundan con datos de seguimiento, Split tests, tasas de rebote...y todos acabamos convencidos de que, ante tal capacidad de atención, nuestros ajetreados estilos de vida y lo mini que son las pantallas de nuestros teléfonos, si un texto no es corto no lo va a leer nadie.
Pero entonces sucede algo extraño.
Entre la cacofonía de gurús, expertos y sabelotodos en general, llega alguien y hace exactamente lo contrario de lo que la sabiduría convencional dicta.
Así, como quien no quiere la cosa, a alguien, un buen día, le da por escribir un texto ultra largo.
O por crear un video interminable.
O por producir el anuncio más largo de la historia.
¡Y resulta ser un éxito rotundo!
El contenido digital ultra largo capta la atención y la imaginación de tu lector
Entra en escena Slow TV (¡más transparencia, imposible!).
Creado por la Compañía Nacional de Radio y Televisión Pública de Noruega, NRK, el formato de TV Lenta pretende retransmitir eventos de larga duración que tardan horas o días en completarse.
¿Cómo?
Pues, por ejemplo: Slow TV ha retransmitido un programa de 18 horas de duración (sí, ininterrumpidas), cuyo único protagonista es un salmón nórdico nadando corriente arriba.
¡Es en serio, no te miento!
U otro de 100 horas mostrando a un gran maestro del ajedrez moviendo estratégicamente las piezas en su tablero.
Este tipo de temáticas nos resultan incomprensibles y contra intuitivas.
Pero, tal y como nos demuestra NRK una y otra vez, este tipo de contenido digital, nos fascina, nos involucra.
Y, por eso funciona.
Cuando Slow TV de NRK emitió el viaje en tren de 7 horas desde Bergen a Oslo en 2009, casi el 30% de la población de Noruega se quedó pegado a sus pantallas.
Cuando retransmitió las 134 horas (sí, ¡unos 5 días y medio!) de un barquito encantador bautizado con el nombre de M.S. Nordnorge que nos transportaba por la maravillosa costa occidental de Noruega en junio del 2011, la mitad de la población noruega había sintonizado en un momento u otro para admirar la belleza de su país.
¿Intrigado?
No hace falta que le dediques 5 días (aunque si te es imposible tomarte unas vacacioncitas, esta sería una buena manera de ver Noruega).
Aquí tienes una versión "breve" de 37 minutos.
¿Te imaginas el número de turistas locales e internacionales que este contenido visual aportó al país?
El fabricante alemán de cámaras fotográficas, Leica, también ha apostado por el contenido visual ultra largo.
Para muchos, su propuesta podría clasificarse como los 45 minutos de publicidad más aburridos de la historia humana.
Pero, bien pensado, el video que puedes ver a continuación, es una manera brillante de destacar el cuidado, la artesanía y el orgullo con las que la empresa fabrica sus cámaras.
Como podrás ver, el vídeo muestra la mano enguantada de un empleado de Leica, puliendo el marco de acero inoxidable de la cámara. A mano. Durante 45 minutos.
Simplemente genial.
Escúchalo. El audio es hipnotizador.
El contenido digital ultra largo convence a humanos y robots
Afortunadamente, contenido digital ultra largo como el que te muestro en estos casos, está dejando de ser sorprendente.
Porque estamos aprendiendo que el contenido de larga duración tiene mucho más valor comercial del que nos imaginamos.
De hecho, no olvides que a los motores de búsqueda ¡les encantan los artículos extensos!
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El propio Google confirma que prefiere posts con más de 1.000 palabras porque estos ofrecen a sus billones de buscadores contenido mucho más elaborado e informativo y porque facilita la búsqueda a sus robots.
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Un informe de Medium del 2014, también demuestra que la extensión ideal de un artículo de blog se acerca a las 1.600 palabras o a 7 minutos de lectura.
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Un estudio de Moz confirma que “un artículo entre 1.800 y 3.000 palabras tiene 15 veces más probabilidades de ser enlazado que un artículo con 600 palabras o menos”.
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Y los datos de BuzzSumo nos muestran que el texto digital que tiene una extensión de entre 3.000 y 10.000 palabras obtiene muchas más acciones (likes, shares, etc.), en las cinco redes sociales principales, que el contenido de menos de 1.000 palabras.
¿Qué nos dicen en realidad estos datos?
Que el contenido ultralargo se está imponiendo.
La gente no viene a Internet a por su aperitivo sino que busca una cena que le llene.
Y que como la encuentre, va a estar encantado de compartirla con sus seguidores.
El contenido digital ultra largo nos involucra
¿Has visto el video de Leica?
¿Te has fijado como el narrador te instiga a que abandones el video tres veces en los primeros dos minutos?
Te está forzando a tomar una decisión.
A involucrarte.
Porque sabe que tú, el consumidor de hoy, quieres involucrarte.
Sabe que quedan atrás aquellos días cuando las familias se sentaban alrededor de una gran TV absorbiendo pasivamente el mensaje de marketing de los anuncios emitidos.
El contenido que involucra a la audiencia a nivel intelectual, emocional o, incluso físico es el contenido al que la gente entrega su tiempo voluntariamente, aunque sean 45 minutos, 1 día o 5 días y medio.
Pero, ¡cuidado!
Que tanto centrarnos en la extensión nos puede hacer olvidar algo muy importante:
Lo principal al escribir textos digitales es la calidad. No la extensión.
Calidad. Calidad. Calidad.
Si tu texto consigue captar esa capacidad de atención tan reducida de tu lector, va a ser porque le seduce lo que dices y cómo lo dices.
Lo digas en 200 o 2.000 palabras.
Ese es el mensaje que siempre intento recalcar.
Aún y así, si quieres probar algo totalmente diferente, y apostar por un texto de más de 2.000 palabras, ¡adelante!
El propio Claude Hopkins, uno de los grandes maestros del Copywriting, nos recuerda que:
The more you tell, the more you sell!
(Cuanto más les cuentes, más venderás)
Así que, si no te has atrevido hasta ahora, ¡pruébalo y sorprende a tus lectores!
Foto ( textos digitales): Shutterstock