Quiero empezar diciendo que este artículo no pretende ser una guía de edición de contenidos digitales.
De hecho, sólo pretende mostrar algunos de los errores que, como editora de contenidos de SEMrush en español, me encuentro con mayor frecuencia.
Para desdramatizar la situación, que en algunos casos es mucho más dramática de lo que piensas, se me ha ocurrido incluir un breve y sencillo test al final de este post para que compruebes tu nivel preservando en todo momento tu anonimato.
Pero antes de llegar al test, te comparto la lista de errores.
¡Toma nota de estos 7 errores habituales en la edición de contenidos!
1.- ¡Todo vale!
También lo podríamos llamar “ausencia de jerarquía”.
En este caso, el escrito tiene una determinada extensión pero hay una homogeneidad en el texto que no ayuda al lector a descubrir aquello que es más importante o, directamente, qué es lo importante de todo lo que está leyendo.
Este problema es fácil de arreglar con el uso de títulos jerarquizados que con diferentes tamaños van diciendo al lector lo que le espera.
En la siguiente captura de pantalla lo vemos con más claridad.
Se han utilizado tres tipos de Títulos (H2, H3 y H4) que, además de contribuir al SEO de este contenido, son la clave visual necesaria para que el lector esté al tanto en todo momento.
2.- Puntúo luego existo
El segundo error al que nos enfrentamos frecuentemente los editores de contenidos, está asociado a los signos de puntuación.
Y aquí nos encontramos los dos extremos, esto es, la falta y el exceso de signos (comas, signos de interrogación y admiración, etc)
Recordemos que estos recursos narrativos son de gran ayuda a la hora de escribir ya sean textos digitales o no.
Un tip que nos puede servir de ayuda con el uso de las comas es leer la frase en voz alta y ponerlas aproximadamente donde veamos que necesitamos parar para tomar aire.
En cuanto a si poner punto y seguido o punto y aparte, en los textos digitales esta regla no es tan estricta y muchas veces nos dejamos llevar por ofrecer al lector un párrafo más ligero.
Buscamos una mejor legibilidad y los párrafos más cortos nos ayudan a mejorarla aunque a veces sea una técnica forzada.
Otro error común es poner los signos de admiración e interrogación sólo al final, lo cual en inglés es correcto pero en la lengua de Cervantes no lo es.
Aprovechemos la riqueza que nos da el castellano para poner estos signos para abrir y cerrar la frase que queremos destacar.
3.- ¡Juntos pero no revueltos!
Al igual que un párrafo largo puede mostrarse como poco atractivo para la persona que nos lee, de la misma manera, la falta de estructura y la ausencia de cortes entre párrafos puede influir (negativamente) y hacer que nuestro receptor deje de leer.
Como ya te he contado en el punto 1 de las jerarquías, estructurar un texto tanto como sea posible ayuda a que el lector no pierda el hilo y pase de un párrafo a otro perfectamente situado.
Guiar al lector para que intuitivamente distinga la importancia de lo que está leyendo es una de las tareas fundamentales de todo editor de contenidos.
Antes hablábamos de los títulos pero estos no son la única forma de romper de forma natural la lectura, tenemos otros recursos de edición y maquetación de contenidos digitales como son los siguientes:
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Con imágenes
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Con vídeos
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Con notas
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Con citas
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Con mensajes resaltados
Usar todos ellos para aligerar los párrafos y permitir al receptor una mejor y más relajada lectura es altamente recomendable.
4.- ¡Vivan las negritas y las cursivas!
Aquí volvemos a toparnos con un problema que se puede dar por exceso o por defecto.
En esta ocasión, me estoy refiriendo a la falta o al uso indiscriminado de negritas y de cursivas.
Las negritas nos ayudan a resaltar conceptos o ideas y las cursivas nos ayudan a que el lector detecte un cambio de “tono”.
Pero usar ambas sin un criterio puede conseguir el efecto contrario al deseado y es que el lector acostumbre su vista a ellas y pase a sufrir de ceguera de contenidos con todo lo que ello conlleva.
La solución está en la mesura y en saber racionar el uso de negritas y cursivas para los casos en que verdaderamente se justifica su uso.
Como en muchos otros casos, aquí es mejor pecar de prudentes que de excesivos.
5.- ¡Como si no hubiera un mañana!
Cuando nos ponemos a escribir y nos apasiona un tema y, sobre todo, cuando empezamos nuestra carrera como bloggers, tendemos a querer contar todo como si fuera el único texto que vamos a escribir en nuestras vidas.
A lo anterior hay que añadirle que existen ciertos escritores que son intensos por naturaleza.
Pues bien, en ambos casos el problema se traduce en párrafos extralargos que casi acaban con el lector ahogado o muerto del aburrimiento.
También cabe la posibilidad de que acabe saturado porque al acabar de leer tiene que volver a empezar porque no se ha enterado de nada.
Sí, reconozco que he exagerado un poco los ejemplos pero, ¿a que te has encontrado con algunos contenidos que te ha dado pereza empezar a leer porque ya de entrada se antojaban intensivos o profundos en demasía.
En un momento en que sólo el 28% de cada texto se lee (el resto se escanea) forzar un equilibrio entre lo que escribimos y la imagen visual que como texto ofrecemos es no solo una obligación, sino una necesidad para conseguir retener a nuestra audiencia.
Aligerar las lecturas puede ser la clave entre que nuestro lector se quede o pase de nuestro contenido.
6.- Pienso luego escribo y escribo como hablo
Con demasiada frecuencia me encuentro con textos bastante técnicos en los que el autor utiliza un lenguaje excesivamente oral.
Es cierto, que cada autor tiene su propio sello y que un tema técnico y especializado puede tratarse de forma más cercana consiguiendo que cierto público que en principio no era afín a nuestro target se sienta atraído y lo consuma.
Pero una cosa es escribir de forma atractiva y que se entienda y otra muy distinta, escribir como si estuviéramos tomando cañas con nuestros amigos.
El tono de nuestros textos digitales ha de ser cuidado y adecuado en cada canal y, sobre todo, debe estar perfectamente en sintonía con los objetivos que nos hemos marcado.
Los textos entendibles y cercanos, sí están admitidos, no así los textos profesionales para amiguetes.
7.- Voces populares
Son muchos los términos que trasladamos a nuestros textos porque los hemos visto mal escritos de una forma generalizada.
Los ejemplos en este caso, son muchos -demasiados- y dos de los que encuentro con más frecuencia son: sobretodo y entorno.
En el caso de “sobretodo” la opción correcta es “sobre todo” a no ser que te refieras a la prenda de vestir y en el caso de “entorno” es “en torno” si a lo que te refieres es a “alrededor de” y no a “ambiente”.
Y ahora la parte divertida...
Hasta aquí te he contado los 7 errores más comunes a los que me enfrento al editar contenidos digitales.
Ahora cumplo lo que te prometía al principio de este post y te animo a participar en un sencillo test de gramática y ortografía.
¿Quieres empezar a jugar?
¿Te animas a retar a tus amigos y comprobar si te superan en conocimientos?
¡No esperes más y empieza a jugar ya!
[quiz-spelling-es]
3 Tips finales de gran ayuda
Después de hacer el test echa una ojeada a estos tres tips que creemos te van a ayudar:
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Descubre con el análisis de dominio de SEMrush los contenidos de los dominios de los líderes de opinión.
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Comprueba con nuestra herramienta Content analyzer el rendimiento social que obtienes tanto del contenido externo como de tu propio contenido.
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¿Qué tal te ha ido? ¿Nos lo cuentas al final del post?