Puede parecer sencillo pero hablar en público en algunos casos podría denominarse como un "arte".
Gran parte de tus acciones de marketing digital tienen el objetivo de que tus suscriptores vean tu vídeos, se apunten a un webinar o a una charla o curso presencial.
Sin embargo, hablar en público no es fácil.
Los nervios te pueden traicionar si tienes poca experiencia y si tienes ya muchas tablas, es posible que tengas ciertos vicios que hagan que tu ponencia no sea tan fantástica como esperabas.
Hay pequeños detalles muy tontos que pueden echar a perder el mensaje que quieres transmitir y que tu público salga huyendo de la sala.
O lo que es peor, que nunca más se inscriban a tus webinars ni asistan a una nueva ponencia.
Es decir, tu reputación está en juego.
7 Errores tontos que debes evitar al hablar en público en ponencias y webinars
Esta es la lista de los 7 errores a evitar:
1. Soy muy fashion.
2. Empezamos mal…
- Dudar sobre los motivos por los que te han invitado.
- Dar las gracias.
- Pedir disculpas.
3. El baile de San Vito vs la estatua.
4. ¿Cómo te expresas?
- Hablar para el cuello de tu camisa.
- Ser plano en tu entonación.
- Hablar a la velocidad del sonido o muy lento.
- No vocalizar.
- Olvidarse de la gramática + acortar palabras.
- Las muletillas.
- Soy el tipo más gracioso del mundo.
5. Enrollarse como las persianas.
6. ¡Horror, nadie pregunta!
7. Antes de soltar el micrófono…
Ahora que ya los hemos listado, ¿los vemos más en profundidad uno a uno?
1. Soy muy fashion
Siento decirte que todos somos superficiales.
Nos fijamos mucho en lo que llevas puesto y... también en si tus zapatos están limpios o llenos de barro (tanto por delante como por detrás).
Debes elegir con sumo cuidado la ropa y accesorios que te vas a poner para dar tu ponencia.
Los colores llamativos, estampados psicodélicos, logotipos de marcas enormes o demasiados accesorios pueden aturdir a tu público…
Lo sé, es tu estilo pero, ¿tú has venido a lucir modelito o a que te escuchen?
Nota para las mujeres:
- Muchas tienen por costumbre colocar el micro por debajo del echarpe. Si eres una de ellas, que sepas que no se te oye.
- Es muy molesto el ruido de las pulseras y collares chocando entre sí cuando te mueves.
2. Empezamos mal…
Buenos días, soy Erika Martin, venía a hablar un poco de los errores de hablar en público. No sé muy bien por qué SEMrush me ha invitado, pero se lo agradezco mucho y os doy las gracias a vosotros también por venir a escucharme.
La mayoría de las ponencias empiezan más o menos así:
-
Venía a hablar un poco de… transmite inseguridad
Coincide que esto lo dicen los que después van a estar hablando una hora mínimo, es decir, de poco de nada.
-
No sé por qué me han invitado
¿Dudas de ti mismo? Te han invitado porque eres un crack en la materia.
Si no lo fueras, no estarías ahí.
-
Gracias, gracias
Cambia la mentalidad.
No, no es que ahora te vuelvas arrogante.
Me refiero a que es tu público el que está encantado de que hayas hecho hueco en tu agenda de crack para explicarles algo que están deseando aprender.
Esto significa que debes hacerles sentir que tu charla les va a aportar algún beneficio para su trabajo o su vida:
Es un placer que SEMrush me haya invitado para hablar de los errores de hablar en público. Espero que os sea de utilidad para vuestras futuras ponencias.
Es preferible que des las gracias al final de la charla.
-
Disculpas
¿Has visto a alguna estrella del rock, subir al escenario y decir “perdón, es que estoy nervioso”?
Pues tú tampoco lo hagas.
Evita también frases como:
He tenido poco tiempo para prepararme la presentación, perdonadme.
No es necesario dar este tipo de información.
No les aporta nada y corres el riesgo de que piensen que te planificas mal el tiempo.
Que se queden con esa sensación no es bueno para tu reputación.
Otras veces ocurren cosas que están fuera de tu control.
Un micrófono que no funciona, la pantalla se ve borrosa, falla la conexión wifi, etc.
Son los fallos del directo como dirían en televisión.
Si se retrasa el inicio de la ponencia por estos motivos técnicos, sí debes pedir disculpas, aunque la gente se dará cuenta de que no comprobaste si funcionaban bien los medios audiovisuales antes de empezar.
Esto es error de principiante jaja.
Cuando pides disculpas por el motivo que sea, predispones a tu audiencia a pensar que habrá más errores o fallos a lo largo de la presentación.
► Tips
Puedes empezar con una frase impactante, con una anécdota, con una cita o la opinión de un experto de gran prestigio.
A continuación, debes hacer una breve introducción a tu presentación, en la que puedes proyectar una slide con el esquema de la misma.
3. El baile de San Vito vs la estatua
Las miradas van siempre hacia donde hay movimiento.
Si estás:
- Con el baile de San Vito.
- Sentado en un debate, moviendo los pies constantemente como si tuvieras el síndrome de las piernas inquietas.
- Haciendo gestos con las manos todo el tiempo.
Te aseguro que tu público te mirará a ti, a tus pies o a tus manos y no a la magnífica slide que tienes en pantalla.
Tampoco hay que pasar al extremo contrario y convertirse en una estatua.
► Tips
Es mejor salir sin nada en las manos.
Ya te lo dije antes, las miradas van a los movimientos.
Si tienes un boli (para calmar los nervios) ten por seguro que cada vez que hagas un gesto, la gente mirará a tu mano y no al super gráfico que estás proyectando en la pantalla.
Evita meter las manos en los bolsillos o cruzar los brazos.
Aunque tú pienses que transmites seguridad y autoconfianza, lo cierto es que:
- Algunos te percibirán como un arrogante o que estás a la defensiva.
- Corres el peligro de que la gente piense que te estás tocando tus partes íntimas.
4. ¿Cómo te expresas?
Puedes ser un experto en algo y tener preparado un discurso o una super historia que genere curiosidad por aprender más pero, si al salir al ruedo no sabes expresarte ni transmitir emoción, la gente no te va a entender y/o se va a aburrir.
Piensa que esto es como el carrito de compra de un e-Commerce, cuanto más pasos haya para finalizar la compra, más posibilidades hay de abandonos.
En un speech hay una serie de factores que hacen que a la gente le resulte difícil seguirte y termine desapareciendo de la sala o desconectándose de tu webinar.
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Hablas para el cuello de tu camisa
Nadie te oye.
Sube el tono, hombre, hay gente muy sorda por ahí.
No pienses que el micrófono y el técnico de sonido hacen milagros.
A veces la acústica de la sala es regularcilla y por mucho que te suban el volumen de micro a tope, tu susurro se va a confundir con el murmullo de los cuchicheos del público.
-
Eres plano en tu entonación
Espero que no seas de los que hablan en el mismo tono todo el rato, así consigues dormir hasta a los muertos.
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Hablas a la velocidad del sonido o muy lento
En el primer caso, a la gente no le da tiempo a procesar y asimilar la información.
En el segundo, tu ponencia se vuelve soporífera.
► Tips
No seas monótono.
Sube y baja el volumen de tu voz para transmitir emociones y evitar oír ronquidos en la sala.
Alterna el ritmo de tus palabras:
- Habla despacio para crear curiosidad.
- Habla rápido para despertar alguna emoción o acción.
Lo mejor es que repases tu discurso y estudies qué quieres conseguir en cada parte del mismo.
Según sea el objetivo, marca el volumen y el ritmo de las frases y dale vidilla a la ponencia.
Ya verás cómo consigues que la gente no saque el móvil y se ponga a enviar whatsapps y tuits.
No olvides que unos segundos de silencio son excelentes para que el público asimile algo importante que acabas de decir.
-
No vocalizas
Intenta que las palabras no se te caigan de la boca, esto es como lo de hablar rápido.
Si obligas a la gente a hacer un esfuerzo extra por entenderte, tu presentación puede convertirse en una tortura.
Recientemente asistí a un taller de Linkedin.
El profesor era incapaz de pronunciar LinkedIn y SlideShare.
El pobre decía: “es que no sé hablar inglés”.
En los primeros minutos del taller resultó hasta simpático pero después de una hora pensabas: “pero si solo son dos palabras ¿por qué no las ha ensayado en casa, repitiéndolas como los loros?”
► Tips
Si se te atasca una palabra:
- Puedes sustituirla por un sinónimo.
- Si es una palabra extranjera, repítela muchas veces en tu casa hasta que consigas decirla bien o dila en español si tiene traducción.
Si tu dicción es regular en general, practica con trabalenguas.
No hace falta que los digas rápido, el objetivo es que consigas decirlo.
Cuando lo logres, te aseguro que te va a salir "esternocleidomastoideo" al primer intento ✌
-
No hablar bien
Ejemplo 1: “¿Estuvistes ayer en el networking de emprendedores?”
Estás hablando con una persona, es decir, singular ➡ quita la –s del verbo.
No se dice comistes, vinistes, comprastes, etc
Ejemplo 2: “Roberto y yo fuimo pa’l evento de antiyer”
Aquí son dos personas (plural) pero desaparece la –s del verbo y acortas las palabras.
Mal amigo, muy mal.
Al igual que no puedes escribir un texto en una web con faltas de ortografía, tampoco puedes dar una ponencia sin tener en cuenta las conjugaciones verbales y la gramática en general.
En cuanto a acortar palabras, pues está claro ¿no?
Hacen que sea complicado entender lo que dices.
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Muletillas
Todos tenemos nuestra muletilla favorita.
La mía es “así que…”
Otros dicen: bueno… pues… ehm… es decir… o sea… no… ¿sí?… ¿eh?
Repetir ¿está claro?… ¿se entiende?... ¿me habéis entendido?... hasta la saciedad puede llegar a enfadar a la gente.
Lo sé, lo preguntas porque dudas de si tus explicaciones están siendo claras.
Ellos pensarán que les estás llamando tontos o insinuando que su nivel está muy por debajo de lo que esperabas.
Tranquilo, si tienen alguna duda, ya preguntarán, no insistas.
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Soy el tipo más gracioso del mundo
Una cosa es intentar que las charlas sean amenas y otra ser un gracioso.
Si no trabajas en el Club de la Comedia o no tienes mucha chispa contando chistes, es muy fácil pasar de simpático a gracioso sin gracia o incluso a payaso.
No todo el mundo tiene el mismo sentido del humor que tú.
Quizás no entiendan tus comentarios jocosos.
Sin olvidar, a los amargados o a los se levantaron de mal humor y no están para bromas.
5. Enrollarse como las persianas
Se estima que una persona puede estar 100% atenta durante 21 minutos.
A partir de aquí, la atención cae progresivamente en cada bloque de 10 minutos.
¿A quién no le ha pasado que ha ido a una presentación y el ponente no paraba de hablar y se pasó de tiempo?
Ya te veo, mirando el reloj pensando en que no vas a llegar a las reuniones o eventos que tenías programados para después.
¿Y el ponente?
¿Qué pasa, no tiene reloj?
¿No mira a la gente y se da cuenta de que no le prestan atención, cuchichean, bostezan, etc?
Se me olvidaba decir que…
“Se me olvidaba decir…”, “acabo de acordarme que antes no dije …”, es posible que a lo largo de tu charla se te pase tocar algún tema.
Quizás te interrumpieron con una pregunta y se te fue el santo al cielo.
Tu público no necesita saber que eres un despistado.
Es mejor que digas “tengo algo importante que comentar sobre…” o dilo incluso directamente.
Y para concluir…
Típico, el ponente dice “y para concluir…” y se tira hablando otros 30 minutos más.
Pasado ese tiempo, vuelve a repetirla y ya no sabes si:
- Es una muletilla.
- Una broma pesada.
- Se siente como el Super Ratón de los dibujos animados cuando dice “no se vayan todavía, aún hay más”.
- No ha calculado el tiempo que iba a necesitar para su ponencia.
► Tips
Si se te escapó el tiempo, resume y vete a los puntos clave, sin enrollarte como las persianas.
Lo sé, para ti todo es importante, pero mírales: uno bostezando, otro enviando mensajes con el Smartphone, otros hablando entre sí…
Esto son señales de que perdieron interés hace un buen rato y/o que les estás saturando con demasiada información y slides con millones de datos.
Lo bueno, si es breve, dos veces bueno. Y aun lo malo, si poco, no tan malo
6. ¡Horror, nadie pregunta!
Menudo momento aquél en el que nadie levanta la mano para preguntar, ¿eh?
De repente, se hace el silencio en la sala.
A veces hasta se masca tensión en el ambiente.
¿Por qué no pregunta nadie?
- Algunos no preguntarán porque les da pavor hablar en público.
- A otros no les ha quedado ninguna duda.
- Otros efectivamente no se enteraron de nada y no quieren preguntar por temor a hacer el ridículo.
- Y después están esos que en el minuto 21 dejaron de prestar atención.
► Tips
Unos días antes de tu ponencia, puedes facilitar un email para que los asistentes registrados al webinar o a la charla presencial envíen sus preguntas.
Esto tiene otras ventajas adicionales.
Te permite saber el nivel de conocimiento de tu audiencia y así, preparar tu discurso en base a ello.
De esta forma, no será necesario preguntar lo típico de: “¿me entendéis?” al final de cada frase.
Otra idea es que antes de empezar la charla, busques un cómplice en la sala y pactes con él una pregunta.
Así, cuando digas “¿alguien tiene alguna pregunta?” que sea él el primero en levantar la mano.
7. Antes de soltar el micrófono…
Cuando ya no haya más preguntas, evita acabar tu ponencia con “bueno, pues eso es todo”.
En su lugar, puedes hacer un resumen con 3 – 4 frases que sean las ideas clave de tu ponencia.
Ahora sí, es el momento de agradecer a todos su asistencia y participación y a tu anfitrión por haberte invitado.
Sé creativo y haz un agradecimiento original sin caer en lo pesado y rastrero.
Conclusión
Tu discurso es como el funnel de ventas de una web que necesita una estrategia de comunicación y marketing.
La puesta en escena (ropa, gestos y forma de expresarte) es como el diseño y los contenidos de una web.
Puedes medir la reacción de tu público con los mapas de calor (bostezos, uso del móvil, miradas perdidas, etc) y el resto de datos estadísticos de la web.
Si tu público sale despavorido de la sala o se desconecta del webinar, tendrás una tasa de rebote alta, abandonos en el carrito de la compra y cero conversiones.
Busca enlaces rotos (muletillas, errores gramaticales, etc), imágenes dañadas (vestimenta), etc.
También el exceso de información que no genere ninguna CTA (slides con millones de datos o frases tipo “se me olvidaba”, “no sé qué hago aquí”, etc)
Los clientes que prueben tu producto y tengan una buena experiencia, serán los que quieran volver a escucharte otro día y estarán dispuestos a pagar por hacerlo.
Habrás conseguido fidelizarles y lo mismo puede que te recomienden o se hagan embajadores de tu marca.
Eso mejorará tu SEO y tu posicionamiento (prestigio y reputación como ponente).