¿Por qué es de tanta importancia saber lo que son las spamtraps?
Cuando lanzamos una campaña de email marketing una de las primeras cosas que debemos hacer para ver cómo ha funcionado la newsletter es echar un vistazo a las métricas.
Normalmente, cualquier aplicación de email marketing, incorpora una sección de estadísticas donde podemos estudiar el comportamiento del receptor con ese boletín electrónico.
¿Qué ocurre cuando detectamos una entregabilidad baja?
Es posible que tengamos una reputación baja y que uno o varios de los 5 factores que afectan a la reputación en email marketing estén incidiendo en que los mensajes que estamos enviando no lleguen a la bandeja de entrada del destinatario.
En este artículo vamos a incidir en las denominadas cuentas o correos trampa, también conocidos como spamtraps.
La reputación en email marketing
Al igual que hablamos de la reputación online como el reflejo de la relevancia o prestigio que tiene una persona o marca en el ámbito digital, la reputación en email marketing es un indicador que mide el comportamiento de una campaña de email marketing.
El objetivo es poder asignarle tanto al remitente como al emisor una puntuación que consultan la mayoría de ISPs y filtros AntiSpam para decidir qué hacer con ese correo electrónico enviado, entregarlo en la bandeja de entrada o enviarlo a la de spam.
Los 5 factores que inciden en esta puntuación son:
1) Frecuencia y volumen
Enviar de una forma poco cíclica (racional) con grandes diferencias en el número de remitentes no está bien visto por los ISPs.
2) Cuentas inexistentes
La técnica del spammer es enviar a un alto número de remitentes de forma indiscriminada y suelen tener un rebote altísimo precisamente porque su base de datos está repleta de correos electrónicos que no existen.
3) Quejas
Se considera una queja cuando un destinatario marca como spam un email.
El hecho de usar bases de datos de dudosa procedencia o de las que no se tenga permiso expreso para enviar, incrementan las quejas hacia nuestro proveedory, por tanto, las posibilidades de que algunos de los correos de nuestra campaña no se entreguen a su destinatario.
4) Infraestructura
Enviar desde países considerados potencialmente como peligrosos, con arquitectura de servidores poco fiables o de uso masivamente compartido es indicador de posible spam.
5) Cuentas trampa
Los spamtraps a los que nos referimos en este post que son los mails que utilizan los ESP (Email Server Provider) tipo Gmail, Hotmail, Yahoo o similar para informar de prácticas spam por parte de los usuarios.
¿Qué son las spamtraps o cuentas trampa?
Básicamente son cuentas de correo electrónico inexistentes que los proveedores de correo electrónico como Hotmail, Gmail o Yahoo utilizan para identificar a aquellos remitentes que envían emails sin la autorización del receptor del mismo.
Parece lógico, ¿verdad?
Difícilmente podemos enviar de forma lícita un mail a una cuenta de correo que no existe y que nunca ha sido publicada y cuando esto ocurre son esos mismos emails los que envían una alerta al proveedor de mail indicando que el remitente es un potencial spammer.
Tipos de cuenta spamtrap
Existen dos tipos de cuenta spamtrap que los ESP´s utilizan:
1º Spamtraps puros
Estas cuentas no se publican y están diseñadas para detectar al spammer puro que envía mails de forma masiva a bases de datos que ellos mismos crean en función de determinados algoritmos.
Son las más peligrosas y pueden haber entrado en nuestra base de datos vía crawling.
2º Spamtraps reciclados
También puede ocurrir que ese proveedor de correo electrónico haga suyas cuentas de correo abandonadas y las reutilice para estos fines.
Para esto llevan a cabo dos fases:
- Durante un primer periodo esas cuentas indicarán a los ESPs un hard bounce (rebote duro) y así, aparecerán en las estadísticas de envío, es decir, que la cuenta no existe, que no existe el dominio o que el proveedor ha bloqueado completamente la entrega.
- En una segunda fase se activan como spamtraps para que si se siguen enviando mails a esa cuenta, dejar al descubierto que el remitente no realiza una buena gestión y limpieza de su base de datos por no eliminar esos correos rebotados.
Para que podáis haceros una idea de la gravedad de este asunto hay que entender que si tenemos una spamtrap de Gmail en nuestra base de datos a la que seguimos enviando emails, es muy probable que Gmail nos catalogue como spam.
La consecuencia de esto es que difícilmente volvamos a entrar en la bandeja de correo deseado de cualquier mail de Gmail aunque éstos sean de contactos conseguidos con arreglo a la LOPD y LSSICE.
¿Cómo protegernos frente a las spamtraps?
1º Usa el doble opt-in
Lo has de usar en los registros de tus usuarios y esta acción te permitirá confirmar las cuentas y así evitar emails inexistentes.
2º Ojo con las cuentas inactivas
Procura depurar tu base de datos y evita enviar emails a contactos que no abren tus campañas, ya que, en ellas podrán ocultarse cuentas trampa.
Limpiar la base de datos es un ejercicio no solo recomendable por evitar caer en una penalización, sino también, porque te ayudará a tener una base de datos activa y afín a tus comunicaciones.
Con esto conseguirás mejorar tus estadísticas con ratios de apertura e interacción mayores mejorando notablemente tu reputación como remitente.
3º No compres bases de datos
Cuando compras una base de datos desconoces completamente el origen y la forma en la que esos contactos se han incorporado a la misma.
Tampoco sabes nada acerca de su antigüedad, su actividad (o inactividad) y quizás algunas de ellas eran válidas en su día y ahora son spamtraps.
Además, aunque una parte de los contactos de la base de datos comprada sí vaya a recibir tus newsletters sabemos positivamente que ninguno de ellos te ha autorizado expresamente a que le envíes comunicaciones electrónicas publicitarias.
Esto supone estar desoyendo por completo los preceptos que marca la LSSI (Ley de Servicios de Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico), arriesgándote a una fuerte sanción
Conclusiones y consejos
Al igual que una manzana podrida puede pudrir todo un cesto de manzanas sanas, una pequeña parte de una base de datos puede impedir que tus newsletters, o incluso tus correos ordinarios, lleguen a sus destinatarios.
Por eso, es vital aprender a gestionar los contactos de nuestra base de datos de manera óptima y cuidar la reputación del dominio que actúa como remitente.
Todos somos conscientes de que es sumamente difícil conseguir nuevos registros en nuestra base de datos.
Entre las bajas automáticas y las manuales de los usuarios, los rebotes ocasionados por la inexistencia del host o de la propia cuenta vamos perdiendo siempre una cantidad de contactos envío tras envío.
Reconozcámoslo, deshacerse “así por las buenas” de contactos, aunque ni siquiera abran nuestras campañas, por miedo a que alguna cuenta sea una spamtrap nos cuesta bastante trabajo.
Pero esto no va de cantidad sino de calidad y afinidad.
Para que podáis convenceros un poco más de la necesidad de mantener limpia la base de datos de contactos, os dejo este muy interesante post donde explican en primera persona por qué en 40 de fiebre decidieron eliminar 20.000 suscriptores de su newsletter.
Y por último, para paliar este pequeño disgusto que os acabamos de dar la gente de teenvio.com, os dejamos unos consejos muy útiles para conseguir contactos y bases de datos para vuestras campañas de email marketing.
Foto (entregabilidad email): Shutterstock