Recibir visitas es todo un arte pero que se queden es un punto y aparte que se llama: tiempo de permanencia en una página web.
Hay dos tipos de visitas: las que se quitan el abrigo y las que no.
Si no se quitan el abrigo, mala señal porque muestra que no tienen intención de quedarse mucho tiempo.
Sin embargo, si se lo quitan, significa que se quedarán un ratito contigo.
Si les tratas bien, claro.
Con el tráfico web pasa lo mismo: hay quien rebota y hay quien se queda.
En cualquiera de los dos casos es importante conocer lo que ha motivado el comportamiento de uno y de otro.
A nosotros, como buenos anfitriones que somos, nos interesa que nuestros invitados se quiten el abrigo, se pongan cómodos y podamos pasar juntos un buen rato.
¿Y esto cómo se hace?
¿Cómo se aumenta el tiempo de permanencia de los visitantes?
Pues trabajando ciertos aspectos y detalles para que la visita les resulte interesante y agradable y, en consecuencia, aumente el tiempo de permanencia en nuestro sitio.
Pero comencemos por el principio.
¿Qué es el tiempo de permanencia en una página web?
El tiempo de permanencia en una página es la métrica que nos indica cuántos minutos (o segundos) está “nuestro invitado” en una URL de nuestra web.
Si pasan tiempo en nuestro sitio quiere decir que se encuentran a gusto, que estamos respondiendo a sus expectativas y que nuestro contenido les interesa.
Vamos bien.
Si prácticamente un usuario entra y sale (lo que se conoce como pogo sticking) es que no era la persona indicada, no era la respuesta que buscaba o ha habido algo no le ha gustado y le ha hecho desconfiar.
Algunos motivos pueden ser: el contenido le ha decepcionado, ha visto un diseño poco cuidado, el tiempo de carga es elevado, hay un exceso de pop ups, errores en la página, etcétera.
Estas son las personas que no se quitan el abrigo, que entran, algo no les convence y se marchan.
Por tanto, lo primero que hay que tener es cuidado.
Cuidado a quién invitas
La visita ha llamado a tu puerta porque tú le has invitado ya sea por medios pagados, propios o ganados.
Por tanto, es importante que tengas claro a quién llamas para no tener visitas indeseables, con el coste de oportunidad y recursos que ello supone.
Es fundamental que conozcas bien a tu target y que todo lo que hagas sea pensando en él, en sus intereses, en su intención de búsqueda.
Solo así podrás responder a sus expectativas.
Protocolo del buen anfitrión: claves para mejorar el tiempo de permanencia de tu página web
Desde que abres la puerta de tu casa has de cuidar todos y cada uno de los detalles porque todos ellos aportan su granito de arena en el reloj del tiempo de permanencia.
Vamos a por faena, que la visita está a punto de llegar.
Si quieres causar buena impresión es importante que pongas empeño en el orden, la limpieza y el diseño
Cuando vienen invitados a tomar café a tu casa no solo importa el café y las pastas.
El contenido es esencial sí, pero no lo único.
La casa tiene que estar ordenada, limpia y con una decoración atractiva, que no resulte cargante.
Entonces para empezar:
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Un casa de ensueño y de diseño
Pon tu casa bonita y cuida tu identidad visual: el logo, la paleta de colores y las tipografías.
Todo ello habla de ti.
Es el reflejo de tu personalidad, de tus valores, de tu propuesta de valor.
Una imagen y diseño descuidado genera desconfianza.
Si no cuidas estos aspectos, seguramente tus invitados no se quiten el abrigo.
Sí, lo sé, la emoción te embriaga y tienes mucho que aportar, pero no sobrecargues la página con demasiados elementos e intercala bloques de texto y contenido visual.
Deja que la web respire y que haya espacio, de forma que los invitados tengan descansos visuales.
Así les será más fácil y agradable moverse.
Cuida la estructura, organiza y jerarquiza bien tus contenidos.
También elimina elementos que distraigan y que no aporten valor (como el payaso de cerámica que te regaló tu tía…)
En este sentido, técnicas como el eye tracking y otras herramientas de analítica te van a ayudar a mejorar la experiencia de usuario y a detectar lo que funciona en tu web y lo que no.
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Vigila los detalles: que tu casa no sea una ruina
Que el invitado vaya a sentarse y el asiento (o el enlace) esté roto.
Mmm...
Que quiera beber agua y la jarra esté vacía, es un error 404 en toda regla: water not found.
Tampoco vale tener un sillón bonito y que no pueda sentarse en él porque es decorativo.
Es como hacer clic en una imagen o en un botón y que no haya enlace o acción.
Estos tipos de descuidos incomodan a tus invitados que empiezan a mirar el reloj y dónde está la puerta.
Hasta ahora hemos puesto a punto la casa pero, ¿qué hay de ti?
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Tu papel como anfitrión
Recibe a tus invitados con los brazos abiertos, que noten que son bienvenidos y que están en el lugar indicado.
La conversación de inicio ha de ser amena.
Si los usuarios quieren profundizar en ciertos temas ya te lo harán saber o ya les irás guiando tú en función de tus objetivos.
Del mismo modo que hemos trabajado la identidad visual, has de tener en cuenta la identidad verbal de tu marca, esto es, cómo vas a hablar con tu audiencia.
Hablar “el mismo idioma” te ayudará a conectar con más facilidad, y si conectas, se quedarán contigo.
Juega con los títulos y subtítulos para dar agilidad a los textos y facilitar la lectura y la navegación por la página.
Utiliza el poder del copywriting para que a tus invitados les apetezca estar contigo.
Por mucho valor que vayas a aportar no seas pedante.
Utiliza un lenguaje sencillo, fácil de entender y siempre que puedas promueve la conversación y la interacción con tus usuarios, ya sea para que dejen comentarios, reseñas o preguntas a través de chatbots, por ejemplo.
Como suele decirse, lo bueno si breve, dos veces bueno.
No te extiendas más de lo necesario porque correrás el riesgo de que tus invitados pierdan el interés y te abandonen.
Ya veremos que el contenido ha de ser de calidad, pero también "en cantidad satisfactoria".
No te relajes todavía, que tu trabajo no acaba aquí.
Has de estar atento a las demandas de tus invitados y ser ágil a la hora de satisfacerlas.
Por esta razón, la velocidad de carga y el rendimiento de tu página es esencial.
Más vale que seas rápido porque si no, tus invitados se cansarán de esperar y se marcharán.
Sí, son exigentes, qué le vamos a hacer.
Para que no se pierda por la casa y la experiencia sea agradable, enseñar otras estancias es indispensable
Aunque la fiesta se celebre en el salón, los invitados pueden moverse por otras partes de la casa.
Por tanto, todo ha de estar en orden y bien organizado.
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¿Dónde está el baño?
Para que no se pierdan, procura que todo esté bien indicado; que puedan navegar de manera intuitiva y sencilla.
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Estás en tu casa
Trabaja el enlazado interno, para que anden por tu web con total confianza.
Si esto sucede estamos aportando valor a las visitas y por tanto, mejorando su experiencia.
Al mismo tiempo estamos trabajando el posicionamiento, ya que el enlace da autoridad a la URL destino, de forma que podremos “enviar” autoridad a las páginas que más nos interesen en nuestra estrategia SEO.
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La casa del vecino
Mucho cuidado con los enlaces externos: el vecino de al lado.
No pongas enlaces que hagan que los usuarios abandonen tu sitio.
Haz que lo vean desde una nueva ventana.
Puedes hablar del jardín de tu vecino, de lo bonita que son sus plantas, pero que no salgan de tu casa para verlas.
Abre la ventana y que se asomen.
Un rico aperitivo (variado y nutritivo) y un buen servicio y conversación, te convertirán en el mejor anfitrión
Ya hemos comentado que es importante que atiendas a tu invitados de forma ágil.
La experiencia es la reina y con permiso del usuario, el contenido es el rey.
Ofrece contenido de calidad y tus usuarios caerán rendidos a tus pies.
Al final a las personas se les conquista por el estómago y tus invitados no iban a ser menos.
El contenido ha de ser de calidad,pero también digerible, por eso una deliciosa ración de storytelling aderezada con unas buenas dosis de persuasión al estilo de Aristóteles harán las delicias de los comensales.
Por lógica, los contenidos más extensos aumentan el tiempo de permanencia, pero para conseguirlo tienen que ser relevantes e interesantes para el usuario, si no, los perderemos en el camino.
Por esta razón, el storytelling en los contenidos es un gran aliado del tiempo de permanencia.
Te ayuda a conectar con tu público objetivo, a transmitir un mensaje de forma clara y mantiene al espectador/lector atento.
Tu deber como anfitrión/a es ofrecer una conversación interesante y buenas raciones de content.
Refuerza tu contenido con imágenes y videos, que facilitan la lectura y la compresión y ayudan a mantener la atención del usuario.
El contenido ha de ser nutritivo, pero también variado.
Otra estrategia interesante para mejorar el tiempo de permanencia en una página web es ofrecer contenidos relacionados.
Si nuestro invitado está tomando una cervecita, puedes ofrecerle unas aceitunillas.
A ver quién se resiste.
No olvides que los detalles son importantes.
Como anfitrión has de cuidar todos los detalles: desde el aviso legal, la política de cookies, los microcopys...
Si quieres ampliar tu conocimiento sobre cómo tener formularios perfectamente legales y a prueba de penalizaciones te recomiendo echar un vistazo a este post.
Todos los elementos de tu web, todo lo que hagas, habla de ti.
Pero… Somos humanos y nos podemos equivocar.
Por muy bien que quieras hacer algo puede haber algún fallo, pero si sabes gestionar tus errores los puedes poner a tu favor.
Por ejemplo, un error 404 que esté personalizado puede convertirse en un guiño al invitado y ganarte su complicidad y confianza.
Eso sí, asegúrate que entre guiño y guiño le vuelves a llevar al inicio.
Que siga contigo.
Beneficios de aumentar el tiempo de permanencia de tu página web
- El beneficio más directo es que tus invitados estarán muy contentos, lo que significa que no les importará volver a tu casa y que hablarán bien de ti en el vecindario.
- Además, se enterará el presidente de esta nuestra comunidad: Google.
- Si tu visita pasa tiempo en tu web es porque le gustas, y si le gustas a tu usuario, le gustas a Google.
- El tiempo de permanencia en una página es una excelente métrica del engagement y los buscadores lo saben.
- Te permite detectar errores en la página y te ayuda a mejorar la experiencia de usuario.
- También podrás entender mejor otras métricas como la tasa de rebote.
Las directrices de calidad de Google, los contenidos y el tiempo de permanencia
Las directrices de calidad de Google son reglas creadas para definir, entre otras cosas, si una página es de calidad y si responde a las necesidades de los usuarios.
¿Qué es lo que hace que una página sea de calidad?
Pues que sepa dar una respuesta satisfactoria a las consultas de los usuarios.
¿Qué es lo que te convierte en un gran anfitrión?
Que sepas atender a tus visitas con total dedicación.
Un punto clave a la hora de analizar si una página web es de calidad está muy relacionado con el contenido que esta ofrece: el famoso contenido de valor.
El acrónimo EAT es la fórmula secreta que has de tener presente: Expertise, Authority, Trust o lo que es lo mismo Competencia, Autoridad y Fiabilidad.
Saber de lo que se habla es básico, pero en este caso no solo se trata de ser competente o “experto” en el tema, también hay que saber contarlo, de hacerlo llegar a nuestra audiencia y que esta lo consuma.
Por otro lado, la autoridad es causa y consecuencia de crear contenido de valor.
Hay que ganársela.
La fiabilidad o la confianza es otro reto.
Que el usuario esté protegido, que estén claras las políticas de privacidad y cookies y los avisos legales; vamos, que seas legal en todos los sentidos.
Que tus invitados se sientan seguros en tu casa.
Todo esto suena muy bien, pero voy a ponerte a prueba.
Test del buen anfitrión
(Test inspirado y adaptado del post de Natalia de la Peña sobre las Directrices de Calidad de Google)
1.- ¿Tienes buenas intenciones con tus visitas o por el contrario, Misery es tu película favorita?
(Beneficial Purpose)
2.- ¿Vas a aportar valor a tus invitados?
(Contenido de calidad en la cantidad adecuada)
3.- ¿Sabes hacer bien tu trabajo? ¿Eres un buen profesional?
(Expertise)
4.- ¿Eres legal y transparente? ¿Cuidarás bien de tus invitados?
(Transparency)
5.- ¿Tienes buena reputación? ¿Qué dice el vecindario de ti?
(Authority)
Si tu respuesta ha sido afirmativa en todas ellas, no solo eres un gran anfitrión o anfitriona, sino que también cumples las Directrices de calidad de Google.
¡Enhorabuena!
La despedida: el irremediable abandono de la página
¡Oooooh!
Parece que esto se acaba y llega el momento de la despedida.
¿Qué haces si ves que tus usuarios se quieren ir de la página?
Tienes varias opciones:
- Los dejas marchar y ya "los llamarás".
- Utilizas un último recurso anti exit intent: lanzar un pop up con un descargable (para que no se vayan con las manos vacías y tú tampoco...) o les propones otro tipo de contenido relacionado o algún tipo de oferta para retenerlos (vamos, el "una más y nos vamos" de toda la vida).
Y ahora me toca a mí.
Nos tenemos que despedir.