Hay tantos acrónimos entre los altos cargos de las empresas que a veces resulta difícil saber de qué estamos hablando: CEO, CMO, CTO… Hoy vamos a hablar sobre el CFO, uno de los cargos más importantes de una organización.
Si no sabes qué significa este acrónimo, o si tienes dudas sobre si el CFO es más importante o menos que el CEO, aquí podrás resolverlas.
Y si quieres hacer carrera en el mundo financiero, hay buenas noticias para ti: este rol es cada vez más demandado, también en pequeñas y medianas empresas. Te contamos cómo puedes llegar a ser CFO de una empresa.
¿Qué es un CFO?
CFO o Chief Financial Officer en español significa ‘director financiero’. Es el máximo responsable del departamento financiero de la empresa, y lleva a cabo funciones de planificación, estrategia de crecimiento, gestión de activos y pasivos y asesoramiento estratégico sobre los diferentes proyectos que la empresa se plantea acometer.
El CFO es miembro del comité de dirección, y su papel es clave para la buena marcha de la organización. Gracias a sus conocimientos avanzados y su experiencia consiguen optimizar la gestión mediante la reducción de costes, la optimización de los recursos y un buen control.
¿Quieres inspirarte con un ejemplo de CFO sobresaliente? Ruth Porat, CFO de Alphabet Inc. entre 2010 y 2015, fue conocida por ser la CFO mejor pagada del mundo, y se considera que su brillante gestión fue decisiva para el desarrollo de la empresa. En 2021 fue Stephen Scherr quien ocupó este codiciado puesto, el CFO de Goldman Sachs.
Algunas características del mercado actual como la crisis y la incertidumbre provocada por la pandemia, la revolución tecnológica, el endurecimiento de las leyes financieras o la presión de la competencia hacen que este puesto sea aún más exigente… y más necesario.
¿Qué hace un CFO?
Tienen fama de dedicar mucho tiempo y energía a recortar costes. De hecho, la mencionada Ruth Poret fue apodada Ruth Vader cuando era CFO de Alphabet.
Sin embargo, aunque es evidente que reducir costes es una forma de mejorar la rentabilidad, un CFO abarca cantidad de funciones y responsabilidades complejas. Estas son, a grandes rasgos, las más importantes:
- Elaborar el plan financiero en conjunto con el director general, para alinear los objetivos de la empresa con su capacidad financiera y con la estrategia corporativa.
- Asignar el capital a las diferentes iniciativas y acciones que se establecen en el plan de negocio anual.
- Crear la estructura y la política financiera de la organización.
- Llevar a cabo las gestiones financieras relativas a gastos, deudas, intereses, etc. garantizando la capacidad de la empresa de obtener capital a buen precio.
- Actuar como jefe de contabilidad, asegurando la precisión de los estados financieros y el óptimo funcionamiento del equipo contable.
- Mantener la integridad financiera de la organización, como valor elemental de su fiabilidad.
¿Qué se necesita para ser CFO?
Pues… una buena combinación de conocimiento teórico, experiencia y ciertas habilidades.
La formación necesaria varía según los diferentes países, pero es bastante similar en todos los casos. En España se necesita tener una carrera del ámbito de Economía y empresas, que puede ser ADE (Administración y Dirección de empresas) o Finanzas y Contabilidad.
Las empresas que buscan un CFO valoran las formaciones especializadas de posgrado como un MBA, así como el manejo de soluciones tecnológicas de gestión de recursos empresariales ( ERP).
La revolución tecnológica ha modificado sustancialmente este rol profesional. Hoy en día, la adaptación a las nuevas tecnologías es fundamental para optimizar el análisis de datos y la gestión financiera.
¿Es suficiente con esto? ¡No! Para aspirar a ser un buen CFO, no es suficiente con la formación teórica, por muy amplia que esta sea.
Normalmente, antes de alcanzar la dirección financiera, es necesario ganar experiencia en diferentes puestos del departamento, como controller o auditor jefe. De esta manera, el candidato adquiere los conocimientos y la experiencia que necesitará para desempeñar su cargo con éxito.
Además de conocimientos teóricos y prácticos, un buen CFO necesita poseer o desarrollar ciertas habilidades de las llamadas ‘soft skills’. Estas son algunas de ellas.
5 mejores Habilidades de un CFO
1. Capacidades de comunicación excelentes, para crear y mantener buenas relaciones con sus grupos de interés, como asesores, inversores o clientes, y para transmitir la información con claridad.
2. Capacidad de previsión y de estrategia para poder anticiparse a los cambios del mercado o los problemas de gestión que vayan surgiendo. Un buen CFO será capaz de hacer planes de negocio y de implementarlos a futuro, para lo que necesitará también flexibilidad y capacidad de adaptación para reconducir los planes cuando sea necesario.
3. Buen conocimiento del sector: un CFO debe conocer a fondo el funcionamiento del mercado que maneja (modificadores, estacionalidad…) así como a sus principales agentes: proveedores, vendedores, etc.
4. Habilidades de liderazgo: el CMO forma parte del comité de dirección de la compañía. Necesita delegar las funciones financieras y ser capaz de lograr un buen rendimiento del equipo contable, de manera que se cumplan los objetivos de la empresa.
Como se suele decir, un buen líder hace que las cosas sucedan: saber escuchar, tener buenas capacidades de negociación, ser el ejemplo que inspira y motiva a los equipos o el aplomo son algunas de las dotes de liderazgo necesarias para este puesto.
5. Orientación a resultados: para dirigir las operaciones financieras de la empresa, el CFO establece los KPIs más relevantes y que satisfagan las expectativas de los grupos de interés, y se ocupa también de su seguimiento.
Diferencia entre CEO y CFO
Una duda que se plantea muchas veces es si el CFO es más importante que el CEO dentro de la jerarquía de la empresa. Lo cierto es que no: el CEO es la mayor autoridad ejecutiva.
Así, un CFO reporta directamente al CEO, al igual que los directivos del resto de áreas o departamentos de la empresa: el de operaciones (COO), de marketing ( CMO) o de tecnología (CTO).
Entra dentro de lo posible que un CFO ascienda a director general. No es ninguna norma, pero es algo que sucede con cierta frecuencia.
¿Por qué? Suele suceder que el director financiero adquiere mucho conocimiento sobre el funcionamiento de la empresa durante el desempeño de su cargo, y es muchas veces la mano derecha del CEO.
Esto, unido a una buena trayectoria dentro de la empresa, le convierte en un buen candidato a ser su sucesor cuando llegue el momento.
CFOs y CEOs comparten ciertas habilidades, como la habilidad de liderazgo, la capacidad de afrontar las crisis y sobreponerse, o la mentalidad financiera.
¿Cuánto cobra un CFO?
Como quizá ya imaginas, el salario de un CFO es bastante elevado, ya que se trata de un perfil de elevada cualificación y que asume mucha responsabilidad.
El salario depende del sector, del tamaño de la organización y por supuesto, del país.
Además, la experiencia influye muchísimo: una experiencia de 15 ó 20 años en este puesto puede triplicar la remuneración.
En España, por ejemplo, el sueldo de un CFO que empieza puede que no alcance los 40.000€ anuales, pero cuando tenga más de 15 años de experiencia, su remuneración se acercará a los 120.000€/año.
Estas cantidades son significativamente diferentes en otras partes del mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, se habla de salarios de entre 100.000 a 200.000$ en empresas pequeñas y medianas.
¿Cuándo se necesita un CFO en una empresa?
A diferencia del CEO, que solamente existe en empresas de cierto tamaño, no hace falta que una organización sea muy grande para que necesite un director financiero, especialmente en estos tiempos. Se trata de una cuestión más funcional.
Entonces, ¿cómo se sabe cuando hace falta un CFO? Fácil: cuando no hay nadie en el equipo con los conocimientos o habilidades necesarios para desempeñar sus funciones y se nota (o se empieza a notar) en los resultados.
¿Se está gestionando correctamente el flujo de caja? ¿Existe una estrategia financiera en línea con los objetivos de la empresa? ¿Hay una buena planificación de presupuestos anuales? ¿Se obtiene el mejor rendimiento de los recursos?
La supervivencia de una empresa depende de su capacidad de responder a estas preguntas con un rotundo sí. Cuando estos puntos están en el aire, se hace aconsejable conseguir ayuda especializada.
La pandemia ha puesto en evidencia puntos débiles y agudizado la necesidad de optimizar la gestión financiera en muchas organizaciones. Algunos de los problemas y disrupciones generadas por la COVID pueden paliarse si se optimiza la gestión de los activos y los procesos.
Más allá de la crisis, cuando la empresa tiene proyectos de crecimiento, el profundo conocimiento financiero de un CFO y su capacidad de obtener recursos al mejor precio se valoran de forma especial.
Además, el control de la información que ofrece un CFO genera confianza en los inversores y posibles socios, algo fundamental a la hora de conseguir financiación.
Aunque hemos visto que el coste salarial de un CFO es elevado, hay que verlo como una inversión. Gracias a su conocimiento técnico y su experiencia, puede guiar el destino de la empresa hacia el crecimiento y los buenos resultados, garantizando su estabilidad a futuro.